En el Municipio de Sánchez Samaná, celebró por primera vez una boda religiosa no católica tras la aprobación de una ley que tardó en aplicarse más de un año y que autoriza a las congregaciones ajenas al control del Vaticano a oficiar matrimonios. La ceremonia se celebró en la Iglesia de Dios ubicada en la calle Santomé #23 y unió las vidas de Porfirio Alcequiez y Vicenta García.